BARTOLOMÉ LAFUENTE, JUAN JOSÉ
Mucho nos ocupa identificar respuestas e imaginar soluciones a las cuestiones que otros nos presentan; bastante menos, el centrarnos en nosotros mismos para examinar si somos y logramos presentarnos como creíbles pedagogos. Con la intención de motivar a quien acompaña hoy a otros en el camino de fe, se han escritos estas páginas, un breve apunte de pedagogía bíblica. La primera parte presenta la liberación de Egipto que un Dios del todo compasivo, proyectó e impuso como un acto continuo de educación de su pueblo: salvar a unos esclavos lo convirtió en educador. En la segunda parte se expone la pedagogía que usó Jesús de Nazaret con sus discípulos. Considerada globalmente o realizada en un encuentro casual, la labor formativa de Jesús emerge como modelo para los educadores.