BARTOLOMÉ LAFUENTE, JUAN JOSÉ
Considerado el «evangelio del Antiguo Testamento», Éxodo, segundolibro del Pentateuco, es la crónica de la revelación de un Dios nuevo, acaecida mientras liberaba un grupo de esclavos (Éx 20,2) de los quese había declarado «padre» adoptivo (Éx 4,22-23). Relato épico delsurgimiento de Israel como nación es, al mismo tiempo, la narración de la siempre frágil y apasionada relación de Yhwh con su puebloelegido. Para el creyente judío hoy, casi tanto como para elcristiano, los hechos que narra son parte fundamental, imprescindible, de su comprensión de Dios y de su autoconciencia como pueblo.En realidad, y a pesar de su título, el libro del Éxodo no se reduce a contar la salida de Egipto (Éx 1,1-15,21); añade la larga travesíapor un inhóspito desierto de un grupo de libertos que luchan porliberarse de sus necesidades y sus miedos con el amparo de su Dioslibertador (Éx 15,22-18,27). Con él establecerán alianza junto alSinaí, una vez que Yhwh les propone su ley y asegura su presencia enmedio de ellos, una ley y su presencia que tendrá que renovar tras laprematura, inesperada, apostasía del pueblo (Éx 19,1-40,38).Éx