BERMEJO HIGUERA, JOSÉ CARLOS / AYERRA, MARI PATXI
PRESENTACIÓNINDICACIONES PARA EL USO DE ESTE VIACRUCISSALUDO INICIALPRIMERA ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerteSEGUNDA ESTACIÓN: Jesús con la cruz a cuestasTERCERA ESTACIÓN: Jesús cae por primera vezCUARTA ESTACIÓN: Jesús encuentra a su madreQUINTA ESTACIÓN: El cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruzSEXTA ESTACIÓN: La Verónica enjuga el rostro a JesúsSÉPTIMA ESTACIÓN: Jesús cae por segunda vezOCTAVA ESTACIÓN: Jesús consuela a las mujeres de JerusalénNOVENA ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vezDÉCIMA ESTACIÓN: Jesús es despojado de sus vestidurasUNDÉCIMA ESTACIÓN: Jesús es clavado en la cruzDUODÉCIMA ESTACIÓN: Jesús muere en la cruzDECIMOTERCERA ESTACIÓN: Jesús es bajado de la cruzDECIMOCUARTA ESTACIÓN: Jesús en el sepulcroORACIÓN FINAL
Este es un viacrucis pensado para los enfermos y las personas mayores. Y quiere tener un valor pedagógico, además de oracional.El objetivo no es hacer exégesis ni ayudar al lector a conocer con rigor histórico la persona de Jesús. Se trata más bien de, subidos a la tradición de celebrar el misterio de la muerte y resurrección de Jesús, dedicar un tiempo a la oración, a la meditación y a la conexión de claves de la Pasión de Jesús con claves de valor de la vida cristiana para hoy.Esta obra se puede usar individualmente o en comunidad. El esquema seguido en cada una de las 14 estaciones es el mismo: título de la estación, respuesta tradicional de la asamblea, monición, lectura bíblica, reflexión, invitación a la oración del padrenuestro y oración.Las temáticas que se abordan en las reflexiones de cada estación son sugerencias que nos conectan con el mundo de la fragilidad humana, la enfermedad, la edad avanzada o el final de la vida, y quieren ser provocaciones humanizadoras. Ese es el deseo de los autores, José Carlos Bermejo y Mari Patxi Ayerra: contribuir a construir un mundo más humanizado. Es lo que hizo Jesús."Lejos de nosotros toda tentación dolorista, todo riesgo de mirar el dolor como bueno, o de mirarlo como querido por Dios escriben en el prólogo. Nuestro foco quiere ser provocador de la esperanza y de la compasión solidaria: que nos responsabilicemos más para aliviar las cruces de la humanidad y, si adoramos la de Jesús, adoremos en ella el amor que ha trabajado por eliminar el sufrimiento evitable y acompañar saludablemente en el inevitable.