MAÑAS ROMERO, PEDRO
Las princesas pueden ser de muchas maneras. Las hay deportistas, cursis, gruñonas, alegres, osadas... Algunas se juntan y... ¡BUM! Se convierten en dragón.Los dragoncitos Gumi y Migu quieren conocer a su madre, así que viajan hasta la torre donde la gran dragona vive. ¡Pero no está! Bueno, sí que está, pero un poco cambiada. ¡Y rodeada de vampiros!