POLARIZADOS... ¿Y DIVIDIDOS?

POLARIZADOS... ¿Y DIVIDIDOS?

CÓMO CREAR COMUNIÓN EN TIEMPOS DE CONFLICTO

PELAYO, ANTONIO / MARTÍNEZ OTÓN, LAURA / LÓPEZ GUZMÁN, DOLORES / FERNÁNDEZ CASTELAO, PEDRO

11,00 €
IVA incluido
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Editorial:
CESMA - SM
Año de edición:
2024
Materia
Espiritual
ISBN:
978-84-288-4165-8
Páginas:
120
Encuadernación:
Rústica
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Saludos, Lorenzo de Santos Martín, Pedro Miguel García Fraile
Presentación, Mons. Ginés García Beltrán
1. No cedamos a la tentación de la polarización, Antonio Pelayo
2. Guía para sobrevivir a las fake news que separan, Laura Martínez Otón
3. Reflexiones teológicas ante el peligro de la polarización en la Iglesia, Pedro Fernández Castelao
            Una caravana hacia el oeste
            La tesis sobre la polarización
            Polarización y polaridades
            Cuatro polaridades de la Iglesia en el ámbito dogmático
                        La identidad de Jesucristo: verdadero Dios y verdadero hombre
                        Creador y criatura: trascendencia e inmanencia
                        Los sacramentos: visibilidad e invisibilidad
                        La Iglesia como cuerpo: singularidad y unidad
            Cuatro polaridades de la Iglesia en el ámbito pastoral
                        La tensión de la fuerza: progreso y conservación
                        La tensión del tiempo: prisa y paciencia
                        La tensión del espacio: centro y periferia
                        La tensión del bien: santidad y pecado
            Conclusión
4. Caminos para el encuentro: comunión, diálogo y reconciliación, Dolores López Guzmán
            Introducción
            Primer preámbulo: cómo conducirme en la vida
            Segundo preámbulo: asumir el condicionante temporal
            Tercer preámbulo: no es posible la reconciliación plena
            Diálogo
            Comunión
            Reconciliación
Clausura, Mons. José Cobo Cano

La polarización nos «encastilla» en nosotros mismos y va haciendo crecer cada vez más la distancia con los demás, incluso con la realidad, y esto sí que es grave. La polarización nos hace aislarnos de la propia realidad. Pensamos que nuestra realidad es la Verdad absoluta. Construimos nuestra propia realidad, que excluye a los demás. La polarización tiene mucho de egoísmo y crea muros que nos separan y nos oponen. Está claro que la polarización engendra más polarización.
Los extremismos son siempre el embrión de nuevos extremos en la posición contraria. No hemos más que mirar la sociedad para ver este fenómeno en la política, en las comunicaciones, en las relaciones sociales e institucionales, y también en la Iglesia. La polarización nos impedirá construir algo sólido y con fundamento.