SAN BERNARDO
Los sermones «varios» de San Bernardo son páginas espontáneas que han brotado de su pluma al ritmo de la vida. Más que sermones, son conferencias familiares que intentan iluminar y alentar al cristiano-monje en el seguimiento diario de Cristo. Muchos de ellos son una nota escueta, un esquema o guión personal para desarrollarlo en público. Otros tienen una dimensión mayor y están muy bien redactados; y los más amplios están elaborados con un estilo vivo, orden y fluidez de ideas y abundantes citas bíblicas. El denominador común es una gran experiencia cristiana y un infatigable afán pastoral. Volver los ojos, en nuestros días, a los escritos de Bernardo no quiere decir encerrarse en los límites del universo cultural y religioso del hombre del siglo XII. Como toda obra en la que resplandece la impronta del espíritu, las enseñanzas del Doctor Melifluo poseen un valor de perennidad y de actualísima vigencia ?fidelidad creadora, diría G. Marcel?, que los siglos no lograrán jamás ensombrecer. Por ello, acercarse a los escritos de Bernardo significa abrirse a un semillero inagotable de ideas, sugerencias y estímulos para alimentar la vida espiritual del creyente y entrar en contacto con un pensamiento vivo y renovador: un espíritu centrado en la dimensión espiritual y esencialmente religiosa del Pueblo de Dios, y orientado a promover la renovación del hombre interior.