PITAUD, BERNARD
Prólogo, de Mons. Michel SantierIntroducción 1. «Una familia hecha a todo» 2. El camino de una artista (1916-1928)Un encuentro decisivoEl padre Lorenzo 3. «Oh Belleza, dame tu caridad» (1928-1935)Los inicios de una dirección espiritual Los inicios de «La Caridad» Partida a Ivry 4. En el codo a codo con una población abandonada (1935-1945)La tentación del comunismoDiploma de asistente socialNosotros, gente de la calleLa guerraPrimeros contactos con lo que será la Misión de FranciaMisioneras sin barco 5. Una renovada comprensión de la misión de la iglesia en el mundo (1945-1953)El duodécimo añoAl servicio de las personasNuevos escritosLas implantaciones de los equipos evolucionanDiálogo con Jacques LoewEl caso Miguel GrantNuevos artículos publicadosUna peregrinación a RomaDimensiones internacionalesVuelta a Roma, Mons. Veuillot y Pío XII 6. «La bondad que se ha hecho cristiana es desmesurada, como la cruz» (1953-1958)Diálogos en el corazón de la IglesiaDuelos personales y familiaresControversias en la «Caridad de Jesús»La publicación de Ville marxiste, terre de misiónLos amigos de IvryEl Instituto secular Caritas Christi 7. «Me queda tan poco tiempo». Nuevos horizontesCuatro acontecimientos eclesialesLa guerra de ArgeliaLas amistades polacasLa vida ordinariaLos viajes: Varsovia, Roma, Abiyán, EdimburgoApertura del Concilio1964
Entrar en contacto con los escritos y con los numerosos testimonios de Madeleine Delbrêl renueva y profundiza el conocimiento que se tenía de ella. Su itinerario, del ateísmo al deslumbramiento de la fe y el compromiso, se perfila con nitidez al hilo de un relato que recorre sus sesenta años de vida, de los cuales más de la mitad suceden en Ivry-sur-Seine, cerca de París, donde, tal y como ella indica, se encontraba una población «increyente y pobre».Poeta, asistente social y mística a partes iguales y complementarias, mujer de acción y de oración, Madeleine Delbrêl (1904-1960) ofrece a nuestra sociedad secularizada y a la misma Iglesia un hermoso rostro, rico en inspiración para una vida cristiana en diálogo con el ateísmo y con la miseria en todas sus formas. Su proceso de beatificación está iniciado y su fama de santidad no deja de crecer.Treinta años después de la excelente biografía que sobre ella escribió Christine de Boismarmin, una de las compañeras más cercanas, este libro es fruto de la obstinada investigación de dos hombres apasionados con la figura de la mística francesa, los sacerdotes Bernard Pitaud y Gilles François, este último postulador de la causa de beatificación de Delbrêl.