CAFFAREL, HENRI
Nota de la traductoraPrólogo a los lectoresUna larga ausenciaEl ojo inocenteUna mirada que escuchaEsa pasión devoradoraActualizar el corazónAtreverse a ser felizUn león merodeaCarta a una mujerPerpetuos adolescentesCristianos sin cabezaEse silencio que mata el amorNo hay peor sordo...InventarPorque yo soy AgnesCuentas mucho a mis ojosBusco tu miradaExtraño principioLágrimas y risasUn amor más fuerte que el malUna mujer perfectaDios me ha concedido un hombreValorar la gratuidadEl deber de sentarseAmor y soledad¿Y si ya no le quisiera?Los que abandonanSi escucháis su vozVuestra Biblia en imágenes
Junto con la oración, el amor y la espiritualidad conyugal constituyen el núcleo que orientó toda la vida del padre Caffarel. Él tenía un conocimiento admirable de la mística del amor conyugal y de la pedagogía que lo fortalece. Su relación con Cristo era una relación de amor, como la de tantos hombres y mujeres de oración. Sabía no en teoría, sino de modo vivencial y profundo, que la fuente última de donde el amor humano ha brotado es el amor divino, que ese amor se vive según actitudes de admiración, gratuidad, entrega, necesidad, fidelidad, perdón... pero que también se enfrenta al pecado y a la duda, que puede pasar por una noche oscura en la que todo parezca perdido. La gran noticia de este libro es que incluso ese amor herido es capaz, hasta en las situaciones más extremas y desesperadas, de sanarse y renovarse, gracias a una gratuidad e incondicionalidad que solo Dios puede pedirnos, porque solo él puede darnos, y que el padre Caffarel se atreve a proponernos.